Sinopsis:
(Siglo XVIII a Siglo XIII a.C.)
Yosef (José), el hijo mayor de
Rajel (Raquel), “la más amada” y
Yacob (Jacobo), es llevado a Egipto después que sus hermanos lo venden como
esclavo.
Para ese entonces Egipto se encontraba bajo el dominio de los hycsos (hicsos), entre los que había tribus
de origen semita, es decir descendientes de Sem, quien fuera hijo de Noe, y
padre de Arfaxad, quien engendra a Sala, quien engendra a Heber (Gen.
10:21-24), de quien descienden los hebreos… en consecuencia eran familia los
hycsos y los hebreos.
Yosef se hace notar debido a sus
cualidades fuera de lo común, y por circunstancias extraordinarias llega al
palacio del Faraón (Gen. 41:14), al que aconseja sabiamente.
Faraón le nombra primer ministro
en el gobierno de la nación, por sus sabios consejos (Gen. 41:39-44).
Gracias a las inundaciones
periódicas del Nilo, y la buena administración de Yosef, en Egipto no se siente
la hambruna que asola la región (Gen. 41:55-57).
Yacob se entera de que en Egipto
hay alimentos, y envía a sus hijos (no envía a Benjamín, el otro hijo de
Rajel), a comprarlos, es entonces cuando los once hermanos se encuentran de
nuevo (Gen. 42:7).
Yosef, después de varios
“incidentes”, se da a conocer a sus hermanos y los invita a ir a Egipto con su
padre y sus familias, hasta que pasen los años de hambruna (Gen. 45:9-13).
Jacob y sus hijos son recibidos en
Egipto, con el beneplácito del Faraón (Gen. 45:16-20), y a pesar de que la idea
inicial era estar en Egipto mientras durase la hambruna, el clan Yacob
permanecerá, en Egipto, más tiempo del que pensaba.
Los hebreos viven en Egipto
algunos siglos bajo el gobierno de sus allegados los hicsos, pero estos son expulsados
de territorio egipcio por los años 1.580-1550 a.C., las tribus hebreas no se van con
ellos, se quedan en la región de Gosen. (Ex. 1:1-8).
Una vez liberado el pueblo egipcio
del dominio de los hicsos comienzan a brotar sentimientos nacionalistas. Los
extranjeros son despreciados, en especial los pastores de ovejas, por otra
parte se mantiene latente la posibilidad de que los hicsos regresen, y de nuevo
dominen el país, en consecuencia, debido a la afinidad existente (señalada en
párrafos anteriores), entre los hicsos y los hebreos, se comienza a considerar
a estos un peligro, porque, en caso de una invasión de los hicsos, los hebreos
se podrían unir a ellos. (Ex. 1:9-10).
Los hebreos son obligados a
trabajar en las obras para la defensa del país, además de las duras labores del
campo. Son convertidos en siervos del faraón, cada vez la carga se hace más
pesada, se llegan a tomar medidas en función del exterminio físico de los
hebreos, se ordena matar a los varones hebreos recién nacidos. (Ex. 1:11-22).
En este estado de cosas aparece la
figura de Moisés ben Amram, de la tribu hebrea de Leví, quien en medio de una “revelación divina”
escucha la voz de Dios, que le conmina a liberar a sus hermanos que desfallecen
en Egipto. (Ex. 2:1-25; 3:1-14).
Moisés, con su hermano mayor
(Aaron), comienza a negociar con el faraón la liberación del pueblo hebreo,
aparentemente sólo se trata de dejar a las tribus hebreas en libertad por tres
días, para que puedan ir a la montaña del Señor, a celebrar festividades. El
faraón no quiere oír hablar de liberar a los esclavos, ni siquiera por tres
días Éxodo (5:1-18)
Así las cosas entremos en el tema
en cuestión:
Jehová sabe
que Faraón no dejará ir al pueblo
Éxodo 3:19
19.- Mas
yo sé que el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte.
Es obvio, que si en verdad es
Dios, sepa lo que va a suceder, por y para eso es Dios, la omnisciencia, es
decir: el conocimiento de todas las cosas reales y posibles es uno de sus
atributos, más aún es un atributo exclusivo de Él.
Éxodo 7:4
4.- Y
Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis
ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes
juicios.
De nuevo, Jehová, hace alarde de
su exclusivo atributo, la omnisciencia, Él “sabe lo que va a suceder”… De ser
así, es decir, si Jehová sabe lo que va a suceder, tal y como se nos hace saber
en los versículos anteriormente citados, ¿Por qué no lo evita, si lo que Él
quiere es la liberación de “su pueblo”, por qué hacerlo de manera tan
rebuscada, y definitivamente cruel?... Pero sigamos “viendo”, sigamos
analizando… ¿Jehová es, en realidad, omnisciente?.
Pero Jehová
no sabe si le van a creer o no,… puede ser una cosa u otra
Éxodo 4:6-9
6.- Le
dijo además Jehová: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su
seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve.
7.- Y
dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su
seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra
carne.
8.- Si aconteciere que no te
creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la
postrera.
9.- Y si aún no creyeren a estas dos
señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las
derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se
harán sangre en la tierra.
En los versículos precedentes (8 y
9), del capítulo 4 de Éxodo, apreciamos que el Jehová omnisciente de Éxodo
3:19, y Éxodo 7:4 da paso a un dios que manifiestamente no sabe que va a
suceder, y en consecuencia además del “plan A”: “Si
aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal” también le ofrece a Moisés un “plan B”: “Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu
voz”, esas dos oraciones son
definitiva y concluyentemente dubitativas, en mi opinión, impropias en un dios
omnisciente.
Pero ahí no queda todo, hay más, hay
aberración, hay incongruencia, por lo que te invito a seguir leyendo… es
sorprendente:
Jehová
endurece el corazón de Faraón
Éxodo 4:21
21.- Y
dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de
Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir
al pueblo.
Si lo que nos dice el versículo
anterior es cierto, cosa que yo dudo, Faraón no sería culpable de nada, estaría
siendo usado, sería un instrumento de ese dios: “pero yo
endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo”, él, ese dios bíblico, “endurece el corazón de
Faraón”, ¿Con que fin inconfesable y mezquino?... sigue leyendo… más adelante
está la respuesta.
Éxodo 7:3
3.- Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la
tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.
Tres capítulos, más adelante,
este, ¿”dios”?, ratifica su decisión de endurecer el corazón de Faraón… y por
supuesto (según La Biblia):
El corazón de Faraón se endureció
Éxodo 7:13-14
13.- Y el corazón de Faraón se
endureció, y no los escuchó, como
Jehová lo había dicho.
14.- Entonces
Jehová dijo a Moisés: El corazón de Faraón está endurecido, y no quiere dejar
ir al pueblo.
Éxodo 7:22
22.- Y
los hechiceros de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se
endureció, y no los escuchó; como
Jehová lo había dicho.
Éxodo 8:15
15.- Pero
viendo Faraón que le habían dado reposo, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
Éxodo
8:19
19.- Entonces
los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no
los escuchó, como Jehová lo había
dicho.
Éxodo 8:32
32.- Mas
Faraón endureció aun esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.
En derecho existe un axioma: “A
confesión de parte, relevo de prueba”, dicho de otra manera: cuando alguien
reconoce haber hecho algo, se hace innecesario presentar pruebas que demuestren
que ese alguien es el autor de lo hecho; en Éxodo 7:13-14, 22; 8:15; 8:19 y
8:32 (transcritos arriba), La
Biblia, “libro inspirado por Dios” nos hace saber que Faraón
estaba actuando “como Jehová lo había
dicho” refiriéndose a: “yo endureceré su corazón”
(Éxodo 4:21; 7:3) lo que convierte a este dios bíblico en, por lo menos, autor
intelectual del genocidio que vamos a conocer más adelante, pero si quedase
alguna duda de quién es el autor de todo… “lo bueno y lo malo”…
Todo, “lo
bueno y lo malo”, lo hace Dios
Éxodo 4:11
11.- Y
Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al
sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?
Se hace preciso citar de nuevo el
ya mencionado axioma: “A confesión de parte relevo de prueba”, todo, (según La Biblia) lo hace ese dios
bíblico.
Y es así como, después de:
1.- Convertir el agua del río en
sangre, a raíz de lo cual murieron los peces, el agua del río hedió y los
egipcios tuvieron asco de beber el agua del río (Éxodo 7).
2.- El río criar ranas que
entraban en la casa de los egipcios, y de Faraón (Éxodo 8)
3.- Convertir el polvo de la
tierra en piojos que afectaron tanto a los hombres como a las bestias en todo
el país de Egipto (Éxodo 8).
4.- Enviar sobre la casa de
Faraón, y sobre todo el país de Egipto toda clase de moscas molestísimas, y
corromper la tierra a causa de ellas (Éxodo 8).
5.- Dar muerte al ganado de los
egipcios, además de a los caballos, asnos y camellos (Éxodo 9).
6.- Producir sarpullido con
úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto (Éxodo 9).
7.- Enviar granizo, y fuego
mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de
Egipto desde que fue habitada (Éxodo 9).
8.- Producir una plaga de
langostas que cubrió la faz de todo el país, y oscureció la tierra; y consumió
toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el
granizo (Éxodo 10).
9.- expoliar al pueblo egipcio
(Éxodo 11)
Llegamos al capítulo y versículos
que dan origen a este artículo: “Genocidio en Egipto (niños incluidos)”.
Es conveniente señalar que después
de cada plaga, de cada catástrofe, ordenada y producida por el dios bíblico,
Faraón decidía satisfacer los requerimientos de Moisés, pero de inmediato
Jehová endurecía el corazón de Faraón.
Éxodo. 12:29-30
29.- Y
aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el
primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el primogénito del
cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
30.- Y
se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios;
y hubo un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese un muerto.
Es cuestión de Imaginar por un
momento el dolor de las madres y padres egipcios al ver que Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto,
desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono hasta el
primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los
animales, es desde todo punto de
vista una aberración, el que este dios inmisericorde haya “herido”
indiscriminadamente a todo primogénito, lo cual incluye a los niños, e incluso
a los animales, y es más aberrante aún la acción del dios bíblico si tomamos en
cuenta que:
Éxodo 7:3
3.- Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la
tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.
Éxodo 9:12
12.- Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó,
como Jehová lo había dicho a Moisés.
Éxodo 10:20
20.- Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y éste no
dejó ir a los hijos de Israel.
Éxodo 10:27
27.- Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no quiso
dejarlos ir.
Él, Jehová, endureció el corazón
de Faraón para que no dejase ir al pueblo hebreo, entonces ¿por qué el
castigo?, ¿por qué las pestes, las plagas, y peor aún por qué el asesinato de
los primogénitos, donde indefectiblemente habían niños?, ¿Será por vanidad,
para demostrar que él es poderoso?:
Éxodo 10:1-2
1.- Jehová
dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón; porque yo he endurecido su corazón, y el corazón de sus
siervos, para mostrar entre ellos estas mis señales,
2.- y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas
que yo hice en Egipto, y mis señales que hice entre ellos; para que sepáis que
yo soy Jehová.
Éxodo 9:15-16
15.- Porque
ahora yo extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de plaga, y serás
quitado de la tierra.
16.- Y a la verdad yo te he puesto para mostrar en ti mi
poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra.
El dios bíblico confiesa que él ha
endurecido el corazón de Faraón, que él ha “herido”, léase aniquilado, asesinado, exterminado, masacrado
a todos los primogénitos del pueblo egipcio para: “mostrar
en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra
“ ¿puede haber mayor demostración de iniquidad?, ¿puede ser un libro donde se
narra tal ignominia paradigma de moral?.
El dios bíblico en el paroxismo de
la vileza justifica su perversión: “y para que cuentes a
tus hijos y a tus nietos las cosas que yo hice en Egipto, y mis señales que
hice entre ellos; para que sepáis que yo soy Jehová.” Para que el pueblo hebreo tuviese “algo” que
contar a sus nietos, este “dios” se convierte en genocida.
Ni siquiera podemos argumentar que
siendo omnipotente él podía haber hecho que las cosas fuesen de otra manera,
no, es que además el hizo que fuesen así, es preciso repetirlo: él, Jehová, endureció
el corazón de Faraón.
Judas 1:5
5.- Mas
quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo
salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.
Dios (con mayúscula), el
verdadero, es Dios de amor, de perdón, de paz; el Dios verdadero jamás
procedería como el dios sobre el que hemos venido hablando en este artículo.
Que el verdadero Dios nos proteja
de supuestos dioses, como el dios bíblico.
La religión es probablemente el
cuento chino más grandioso jamás contado.
Piensen en esto:
La religión realmente ha convencido a la gente
de que hay un hombre invisible... que vive en el cielo... que observa cada cosa
que hacemos, cada minuto de cada día.
Y el hombre invisible tiene una
lista de diez cosas especiales que no quiere que hagas.
Y si haces alguna de estas diez
cosas, tiene un lugar especial lleno de fuego y humo y quemazón y tortura y
angustia donde va a enviarte para vivir y sufrir y quemarte y atragantarte y
gritar y llorar para siempre hasta el fin de los tiempos... pero…
TE AMA. ¡¡¡ !!! George Carlin.
Hago del conocimiento de
mis apreciados lectores que por ningún motivo, y bajo ninguna circunstancia
tengo intenciones de dar respuesta a
comentarios anónimos.
Si tú, amigo lector,
deseas recibir respuesta a tu comentario, una vez lo hayas
hecho, en el espacio destinado para tal fin, envía a:
venser5962@gmail
una copia de dicho
comentario y a la mayor brevedad te daré respuesta.
Lo antes planteado no
implica censura de ningún tipo, los comentarios anónimos podrás seguir
haciéndolos, sólo que no tendrás respuesta alguna, y bajo ninguna circunstancia,
serán censurados.
Las respuestas, además
de ser enviadas a la dirección indicada en los mensajes, serán publicadas en
este blog.
A los lectores...GRACIAS
En la epístola a los hebreos,
Saulo de Tarso/Saulo/Pablo, mas conocido en los medios cristianos con el
remoquete de “San Pablo”, de nuevo dice mentiras, esta vez a los judíos
cristianos (de allí el nombre: Hebreos) con la finalidad de confirmarlos en la
creencia de que el judaísmo había llegado a su fin, al cumplir Cristo todo el
propósito de la ley, lo cual obviamente es una más de sus tantas mentiras.